La voz corre y La Poderosa crece

Esta organización es mucho más que ese nombre que tomó en honor a la moto que usó El Che en su recorrido por Latinoamérica en el año 1952; en donde se topó cara a cara con las desigualdades sociales, y a su regreso ya no fue el mismo: rechaza su riqueza, y más tarde se unirá a la guerrilla.

Es la bandera que levanta esta agrupación. Su ideología se puede ver en quienes deciden volcarse a este llamado y trabajan en barrios como Zabaleta o Fátima: su ropa denota humildad, su preocupación es real, al igual que su deseo por solucionar los problemas. Un mundo en donde no existen las otredades.

La Poderosa nació con dos periodistas que viajaron hace unos años a Cuba y a su vuelta decidieron crear la agrupación. Hoy, uno de ellos vive en Zabaleta y en su casa funciona la imprenta y los talleres de periodismo en donde se prepara la revista “La Garganta Poderosa”.
Para subsistir y hacer cosas en los barrios, La Poderosa cuenta con una red solidaria de gente que dona de forma anónima. Además, tiene dos cooperativas: una textil y otra la revista (“La Garganta Poderosa”) que se distribuye hace casi tres años y que sale a la calle con 10 mil ejemplares. Los miembros de la agrupación salen a venderla por las universidades, escuelas y por la calle. Es la voz que grita las injusticias que pasan en los barrios carenciados pero que los medios hegemónicos callan o distorsionan. También están por crear otra cooperativa que es “Vecinos sin gorra”, que funciona en Zabaleta en donde está la plaza Kevin -esta plaza es en honor a un chico asesinado hace cuatro años, y hace dos meses, asesinaron, de una bala perdida a otro Kevin: Kevin Molina. Está vez, ese acontecimiento tuvo relevancia gracias a la difusión que le dieron desde La Garganta Poderosa-.

Esta organización sí tiene un fin político “Porque sin la política no podríamos cambiar nada” afirma una de las referentes y encargadas de dar la charla de inicio y recepción a las personas que se quieren sumar a La Poderosa. “Creemos que es una unidad, somos un colectivo, un nosotros. Por eso no queremos figurar con ningún nombre y apellido. Porque luego, hay gente que se puede ir y utilizarnos como que estuvieron colaborando acá y no queremos que nos identifiquen con ningún partido político” dice otra de las referentes de Fátima. “Acá los partidos políticos vienen, prometen cosas y después se van” cuenta una de las vecinas en la asamblea del sábado por la tarde, ella también es parte de La Poderosa y por eso conserva su anonimato.
La organización también está en Tucumán, Mar del Plata, Jujuy, Rosario, Paraná, Córdoba, San Martín de los Andes, Santa Teresita. “El objetivo es cruzar las fronteras, llegar a unir Latinoamérica” explica una de las referentes.

POderosa

La garganta poderosa
La revista nació en el año 2010 por un informe que hizo Facundo Pastor sobre Villa Zabaleta a raíz de una supuesta banda de narcos peruanos que vivían allí dentro. Él partió de una certeza, en lugar de una hipótesis: “No podés entrar sino es con la policía o con alguien que te proteja” fue así que entró con chaleco antibalas, acompañado por fuerzas de seguridad. Y para la edición del informe usó imágenes violentas “Eran imágenes de un documental que estaban filmando unos chicos, en el que estaban sacando un auto de un pantano, entonces decía que acá adentro también funcionaban desarmaderos” explica una de las principales referentes del barrio Zabaleta. “Hoy, cada cosa que pasa lo podemos meter en las redes sociales de la organización y lo pueden ver más de cien mil personas; y hacerlos públicos por La garganta poderosa. Ellos tienen miedo de eso, entonces tenemos que aprovechar todo el poder que tenemos, que antes no teníamos, tenemos que ir más a fondo y más convencidos todavía” dice el referente de comunicación.
Para la creación de la revista se realizó una beca de $500 pesos para invitar a escribir a uno o dos comunicadores de cada barrio. Salió el primer ejemplar con Riquelme en la tapa, con una tirada de tres mil ejemplares que se vendieron todos, y con ese dinero se hizo la redacción. Cada detalle se decide en los grupos de comunicación, no se mantiene con pautas publicitarias, sino que con las ventas. “Es un medio, no un fin” dice la principal referente de Zabaleta.

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Las asambleas

En Fátima un cartel en la puerta del centro cultural reza: “Somos lucha sin dueño, somos sudor sin sueño”. Los vecinos pasan, saludan, entran y charlan. “Para ir a fondo necesitamos la ayuda de los vecinos que cada día sean más grandes las asambleas. Que el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos sea lo que tiene que ser. Pero si cada uno se queda en su casa, acá no va a cambiar nada. Lo más importante es estar acá cada sábado y convocar a los demás vecinos” concluye la asamblea el referente del área de comunicación. En Fatima además de apoyo escolar para alumnos de la primaria y la secundaria, hay otras actividades como clases de ajedrez y cine debate. Otra referente recomienda: “Hay que escuchar a los chicos. A veces plantean cosas en el cine debate que uno ni sabía que ellos pensaban así.” También van a hacer una biblioteca, y otra de las vecinas contó en la asamblea que dará cursos de baile tradicional paraguayo. En el piso del galpón hay unos recortes de mármol, son para armar el piso “Es una donación que nos hicieron para el centro cultural” cuenta una de las chicas de la agrupación. Muchas cosas y materiales para el centro los donaron y otros lo compraron. También funciona un centro de jubilados y clases de arte.
Una de las vecinas advierte: “La situación social está muy fea, hay mucha violencia. Con lo que lo podemos combatir es con la cultura y eso del baile, es imprescindible para los chicos. Que tengan un lugar donde puedan contenerse y olvidarse lo que está pasando alrededor de ellos.” Esta es una de las problemáticas que presentan estos barrios carenciados pero no es la única. Cloacas tapadas y desbordadas, ratas, basura. ¿Son las mismas problemáticas que afectan a cualquier otro barrio urbanizado de la ciudad?. No. Esta gente no puede sentarse a hacer sus necesidades porque brota el agua sucia de los inodoros, las ratas están por todos lados como las cucarachas, y la basura solo la recolectan los chicos paqueros: “No entran acá para sacar la basura, nosotros les damos unos pesos a los paqueritos para que nos saquen la basura” confiesa una de las vecinas de zabaleta. “Nosotros buscamos cambiar el barrio, mejorarlo. Las asambleas vecinales son sagradas para que esos espacios funcionen cada vez mejor y que en las asambleas podamos hablar de las problemáticas cotidiana y poder resolverlas” explica el referente del centro cultural.
Sin embargo hay momentos de comunión y de unidad, como la que vino a profetizar esta agrupación. En la plaza Kevin, por las tarde, los niños se adueñan de los juegos; mientras que sus madres y abuelas toman mate o tereré. Saliendo de la placita, al costado, hay una cancha de vóley donde los chicos más grandes se juntan a jugar. Todos los años, la cooperativa, con fondos que recaudan llevan a los chicos a conocer el mar “Pequeñas cosas que para nosotros son grandes” se emociona otra vecina.
“No quiero seguir nadando en la mierda”

Es una vecina de Zabaleta que vive en ese lugar desde que nació. Su madre era correntina y migraron hacia esta ciudad instalándose en el barrio. Como es parte de La Poderosa, ella no da su nombre porque es una organización colectiva en la que todos son uno.

¿Qué problemática en particular están tratando en las asambleas?
La de siempre: las cloacas. No quiero seguir nadando en la mierda, eso les pido a los políticos. Hace años que nos vienen prometiendo unos caños que nunca llegan para poder empalmar el tema de las cloacas. A veces el agua me llega hasta las rodillas. El día de las elecciones, le decía a mi marido: Que injusticia. Porque mientras ellos están festejando en puerto madero, nosotros acá seguimos nadando en la mierda. Y salimos a votar con el agua hasta las rodillas. ¿Cómo no te va a dar bronca, dolor, indignación?. Estaban todos de festejo. ¿Por qué no caminan acá en el barrio?.

¿Nunca vienen a visitarlos?
Solo para sacarse fotos, para hacer campaña. Después no vuelven más. Filmus entró, caminó el barrio. Pero ¿de qué te sirve? A mí me prometió Filmus poner un comedor ¿Y dónde está mi comedor? ¿Dónde está Filmus?. Son sujetos políticos. No se ocupan de las cosas necesarias de los barrios. Hay que ocuparse desde otro punto: venir y meter los pies en la mierda. Y que camine por los pasillos. Ellos ponen camiones en Barrio Norte o en Palermo cuando se inundan. Allá les llevan atmosféricos, limpiadores, y acá nadie viene ni a preguntar.

¿Cómo creen que los ve la gente que vive en otros barrios de la ciudad?
Para mí es mi barrio, no una villa como dicen los políticos. Hablan de que hay droga y no se fijan que en cualquier lugar del centro también la fabrican, la cocinan; uno que vive acá lo sabe. No me vas a decir que un político no se falopea. En todos lados hay droga ¿Nosotros somos los marginados por qué vivimos acá? Si los chicos del barrio consumen drogas es porque ellos comen de la mano de los negros, como ellos nos dicen. ¿Cómo se maneja un villero en avió yendo a España?, viniendo de Bolivia o de Estados Unidos. Los traen ellos, en sus aviones privados. Esto no es nada, el narcotráfico, está allá en el centro, donde hay más plata. Y nos acusan de negros a nosotros. Y al que tenga alguna crítica sobre nosotros de cómo somos, cómo vivimos, tiene que venir caminar, conocernos y palpar, y hablar con la gente del barrio. Que vengan tomen un mate, coman un guiso con nosotros.