Una multitud reclamó la aparición de Santiago

En la Ciudad de Buenos Aires, más de 200 mil personas se acercaron a la Plaza de Mayo para exigir la aparición con vida de Santiago Maldondo. Un idéntico reclamo se replicó en distintos puntos del país y en el exterior.

A continuación reproducimos el relato de una de las manifestantes:

“Ayer nos desaparecieron a 250 mil. Ayer participé de un encuentro que borraron de los medios. Kilos de teoría leí en mi vida de cómo los medios manipulan la realidad, ayer lo viví. ..Cuando llegué a la plaza ya estaba llena. La locutora pedía que cerraran las banderas para que todos pudiésemos ver, así ocurrió. En el escenario sonaban canciones que no conocía y que me gustaron mucho. No había clima de alegría, incluso vi a mucha gente llorar. La pirámide de mayo le daba la espalda a la imagen de Santiago. Supongo que por vergüenza. Y ahí estaba su mirada presente. Mirando quiénes fuimos a pedir por él y quienes decidieron ausentarse. Yo pensaba si fui solidariamente o si en realidad fui a buscar empatía con los presentes. Pensé si fui por él o para asegurarme que me buscaran si un día me toca a mi. Lo miré de nuevo, sentí que me decía que si yo estaba en la foto, él iba estar en la plaza. Me dieron ganas de llorar. Las últimas veces que fui a la plaza siempre me dieron ganas de llorar. Yo nunca estuve con Santiago aunque lo extraño y querría abrazarlo. Me pareció raro. Se que le dicen el brujo y ardilla, que es vegetariano y artesano, que usa barba y rastas, que defiende a los mapuches y que como yo, no suele tener crédito en su celular. Me importa un pito lo que se de él, la verdad. Quiero saber dónde está y no para joder al gobierno sino para no tener que pensar en él cada vez que me acuesto. Se lo llevaron vivo y vivo lo tienen que encontrar. Después aparecieron Taty y Norita en el escenario y pensé hasta cuando van a tener que pedir lo mismo y que será de nosotros cuando nos falten. Habló el hermano de Santiago, pidió la renuncia de la ministra y todos gritamos “que se vaya”. No pasó mucho más. Fue de los discursos más tibios que escuché en ese escenario y me pareció bien. Sin dudas, de las marchas mas tranquilas de las que participé. También pedimos por Lopez, me dio gracia pensar que este mes fuimos un montón los que pedimos por él. Sonaron unos temas más y nos fuimos. “Terrible esto que pasa”, escuché a varios decir entre la gente. Todos nos empezamos a ir tranquilamente con un evidente dejo de tristeza más que de enojo. Me encontré con alguien que no veía hace mucho. Nos abrazamos. Creo que más que por el encuentro fue porque necesitábamos un abrazo en ese momento. Hablamos poquito y nos despedimos. Fui a un bar cerca del Luna Park y me tomé una cerveza, esperé el 20 y tardamos en llegar porque había mucho tránsito. Cuando llegué a casa vi lo que la tele mostraba en vivo. Tan distinto a lo que yo viví. De eso no pude ver nada sólo seguí escuchando que no se puede permitir tanta violencia. Me fui a dormir sintiendo que me secuestraron el acto del que participé y no encuentro el 0800 para denunciar que me lo devuelvan , que ese adoctrinamiento nos daña a los de ambos lados de la grita y que sigo sin entender la grieta en el caso Maldonado. Aparecé Santiago, por favor aparecé. O convertite en Cabildo así todos reclaman por tu integridad. .”