Escuela de restauración y oficios

Es la escuela taller del Casco Histórico, un lugar al que, aunque el profesor esté de vacaciones, sigue visitando con la excusa de terminar algún trabajo pendiente.

Allí se pasa horas y no le importan ni el techo de chapa que hierve en este día de más de 40º ni el único ventilador que, lejos de donde él trabaja, intenta infructuosamente refrescar el inmenso galpón de Paseo Colón y Brasil.

Pablo coordina el taller de esgrafiado de marzo a noviembre desde hace años y tiene cerca de una docena de alumnos. No sólo se enseña esta antigua técnica romana que hoy en día se aplica para tallar sobre el muro de los edificios el nombre de los arquitectos, el de los bancos o las guardas decorativas, sino también la construcción de los propios instrumentos de trabajo. Para este profesor, todo o casi todo, pasa a depender primero de las propias manos, del mismo modo que todo o casi todo lo que hace a la belleza de una ciudad fue obra, en principio, de la pasión íntima y personal de algún artista o artesano.

En esta una antigua propiedad reciclada ubicada frente al Parque Lezama, se ofrece todo tipo de talleres que van desde la enseñanza de técnicas de conservación de murales (pintura al fresco, a la cera y al óleo, pintura acrílica, pintura sintética, revestimientos, soportes de muros) hasta la ultra delicada ebanistería, pasando por el decapado y el lustre (técnicas de retiro de antiguas pinturas y barnices, preparado superficial de madera, y aplicación de sustancias colorantes y lacas) o la albañilería.

El programa consta de cinco ramas; cada una de ellas agrupa diferentes materias: la 1: conservación edilicia, la 2: producción de objetos musicales, la 3: producción de objetos ornamentales, la 4: restauración de mobiliario, la 5: arte pública.

La formación por ramas tiene una duración de dos años y al final debe obtenerse una titulación orientada a la conservación del patrimonio de la Ciudad

El objetivo es colaborar con la narrativa arquitectónica de la ciudad. Su ámbito de acción son los edificios, las plazas, los monumentos de Buenos Aires. Y las clases son con práctica incluida ya que el alumnado se encarga, durante el año lectivo, de restaurar las piezas públicas.

Espacios, como el Museo de Arte Moderno, el de Arte Contemporáneo, el de Calcos y Escultura Comparada “Ernesto de la Cárcova” o el Parque Lezama mismo, han sido ya restaurados en sus detalles por alumnos de la escuela.

Los cursos son gratuitos. La inscripción está abierta hasta el 28 de febrero. En Brasil 170, de lunes a viernes de 12 a 17 horas. Se puede consultar al 4362-5036