La jueza Elena Liberatori junto a autoridades del Gobierno de la Ciudad y de la Defensoría porteña recorrieron el lugar, donde el ejecutivo de Macri debería haber saneado el predio, tras un amparo presentado por los vecinos.
“Tenemos las paredes húmedas porque cuando llueve, el agua tarda en secarse semanas, y hay goteras por todas partes”, dijo Andrea, mientras amamantaba a su bebé.
“Nosotros creemos que está bien que realicen el saneamiento, pero lo que pedimos es una vivienda digna, y no buscamos que nos regalen nada ya que estamos dispuestos a pagar, pero queremos salir de acá porque nuestros hijos están enfermos”, reclamó Andrea.
Otra vecina que contó que “hace un mes vinieron a limpiar el tanque de agua y encontraron palomas muertas, ratas, huesos y moho, y nosotros tomábamos agua de ahí”.
La mujer, que vive en la mole abandonada en una habitación con sus cuatro hijos, contó que “durante dos meses tuvimos a nuestros chicos con vómitos y diarrea, muchos de ellos internados”.
“Y el tanque se limpió gracias a todas las veces que reclamamos para que hagan algo, pero siempre es lo mismo porque los caños pasan por abajo del basural”, sostuvo.