Hermano de Almagro, Boedo irá ganando su independencia en torno a la calle de igual nombre, la que, en los años ochenta del siglo pasado, era el límite de Buenos Aires con el partido de San José de Flores.
Su nombre recuerda al doctor Mariano Boedo, colaborador de don Martín Miguel de Güemes y diputado por Salta en el Congreso de Tucumán.
“San Juan y Boedo antiguo…”, dicen los versos de Homero Manzi, y será a partir del tango y de la literatura desde donde el barrio adquirirá un renombre que lo destaca como uno de los más típicos de la ciudad.
Homero Manzi, Enrique Santos Discépolo, Alvaro Yunque, Roberto Arlt, Enrique González Tuñón y César Tiempo, entre otros, se encontrarán unidos a su historia, la mayoría de ellos constituyendo el célebre “Grupo de Boedo”, que con su explosiva literatura social hizo ingresar la nomenclatura de este lugar de Buenos Aires dentro de la historia de la literatura Argentina.
Una calle, desde 1882, en honor al representante de Salta en el Congreso de Tucumán identificó al barrio.