Deben indemnizar a una mujer que cayó por una rampa en mal estado

La Cámara en lo Civil y Comercial Federal condenó al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a indemnizar a una mujer que sufrió lesiones de gravedad al salir del Teatro Nacional Cervantes y caer por una rampa para discapacitados que se encontraba “en estado deplorable”, indicaron esta mañana fuentes judiciales.

La Sala tercera condenó al gobierno porteño a resarcir a la mujer por “el daño físico y el moral a 35 mil y 20 mil pesos, respectivamente” tras evaluar que “la rampa se encuentra en estado deplorable y que los materiales que la conforman no son los adecuados debiendo ser de hormigón armado colado o prefabricado mientras que claramente se observa que es de plástico”.

La rampa “se encuentra en estado deplorable y los materiales que la conforman no son los adecuados” argumentaron los camaristas Guillermo Antelo, Graciela Medina y Ricardo Recondo al analizar “los daños sufridos (por la damnificada) como consecuencia de la caída en la vía pública experimentada el 29 de septiembre de 2007 al salir del Teatro Nacional Cervantes”.

Los jueces estimaron informes periciales de los que se desprende que “la advertencia de dicha rampa no sería un problema si estuviera en buenas condiciones… pero en el estado que se evidencia en el material fotográfico y de la mecánica del accidente queda claro que al no poder advertirse su estado puso en riesgo la situación de los peatones”.

“Los numerosos pedidos de reparación de la acera presentados por el Teatro Nacional Cervantes dan cuenta de la mala conservación del lugar” a las autoridades porteñas; también fueron evaluados por los magistrados quienes concluyeron que “de la prueba analizada se desprende la falta de diligencia del Gobierno al no haber adoptado las medidas de seguridad propias del caso”.

Como consecuencia de la caída en la vía pública la damnificada padeció “la fractura del trapecio y traumatismos en su muñeca izquierda y en la base de la columna”, por lo que le fue colocado un yeso en el brazo izquierdo que debió llevar durante dos meses y se le indicaron sesiones de kinesiología y controles periódicos de la lesión.