Es por ello que se debe garantizar que los residuos domiciliarios tengan un lugar específico donde ser depositados para no quedar expuestos al aire libre, la lluvia, las altas temperaturas o a la rotura accidental de las bolsas y evitar, de este modo, la propagación de olores o insectos, facilitar el trabajo de los recolectores y garantizar una mejor calidad de vida a los habitantes de la Ciudad.
Para posibilitar la organización urbana en torno a los residuos es importante el uso correcto de los contenedores. Por ello, es importante no arrojar desechos de otros residuos como ramas y escombros. Otro punto importante es la difusión de información y la colaboración de los vecinos de la CABA.
¿Qué normativa existe actualmente sobre el tema?
En el marco de la Ley 1854 de Basura Cero, el GCBA está obligado a desarrollar proyectos que fomenten la reducción de la basura. Para ello se han dispuestos contenedores para residuos húmedos (negros y/o grises) y contenedores para residuos secos (verdes).
Como vecino y vecina podés tomar los siguientes hábitos para construir una Ciudad más limpia:
Limpiá los envases y secalos. Separá cartones y papel y tiralos en el tacho verde. De esta forma facilitás el trabajo de los recuperadores urbanos
Cerrá bien las bolsas de residuos húmedos y tiralos en el contenedor gris o negro y asegurate de que la tapa quede cerrada para evitar que entren bichos o ratas.
Sacá tu basura entre las 19 y las 21.
Si tenés escombros inicia un pedido de retiro. Si tu vecino hizo una obra y no lo solicitó podés solicitarlo vos.
Sí hay residuos verdes como ramas, fardos de pasto, etc. solicitá su retiro.
Si vivís cerca de las composteras de la Ciudad podés separar los residuos orgánicos y desecharlos en los puntos verdes.