Comenzó el Operativo Frío para poder intensificar la asistencia y resguardo durante los meses de invierno. Con un protocolo renovado en el marco del coronavirus, se les brinda ropa, alimentos calientes y elementos de higiene a quienes lo necesiten.
El objetivo es que ninguna persona permanezca en la calle y, al mismo tiempo, poder asegurar ropa de abrigo, alimentos calientes y elementos de higiene a quien lo necesite.
Este año se tomaron medidas particulares en pos de poder acompañar a todos y todas las personas que necesiten de un Estado presente, más allá de las dificultades existentes por la pandemia y la consecuente necesidad de realizar un distanciamiento social.
Las principales medidas adoptadas en el contexto COVID-19:
Instalación del nuevo Centro de aislamiento preventivo “Roca III”: en el marco del operativo se abrió un nuevo Centro de Inclusión Social, el “Roca III”, que incluirá un sector para que todas las personas que ingresan al sistema de Centros de Inclusión puedan realizar el aislamiento preventivo durante los primeros 14 días de ingreso. El “Roca III” tendrá espacios diferenciados para que hombres, mujeres y familias puedan aislarse de manera preventiva. Además, va a contar con 100 plazas disponibles fuera del aislamiento. Una vez que las personas cumplen con el tiempo de distanciamiento son derivados a cualquiera de los 40 Centros habilitados en la Ciudad con vacantes. Esta operatoria está respaldada por un protocolo específico de acción para los ingresos, traslados y admisiones, para cuidar la salud de todos, en todos los aspectos.
Centro de operaciones único y recorridas proactivas: ubicada en Avenida Entre Ríos 1.285, la sede del BAP será la base de operaciones del Operativo Frío. La función de este lugar es ser el punto referencial de los equipos, insumos y alimentos para evitar convocar a las personas a puntos fijos en la ciudad, como se hizo en otras oportunidades y evitar así aglomeraciones. De esta manera, los móviles del BAP acercarán una vianda caliente con pan, postre y agua; un kit de vianda seca cuando la temperatura sea menor a 10 grados, además de una frazada y un kit de prevención de frío compuesto por guantes, medias, cuello polar y gorro a todas las personas que lo necesiten, cuando no acepten ir a los Centros de Inclusión.
Operativos extraordinarios en lo días más fríos: como es habitual, el Operativo Frío contempla una operatoria extraordinaria para los días de clima polar (cuando la temperatura es igual o menor a cinco grados). En esas oportunidades se van a realizar 40 recorridos con 40 móviles en las zonas identificadas con mayor densidad y se van a entregar viandas calientes ya que, por el contexto de COVID-19, no será posible implementar la mecánica de cocina de campaña para evitar aglomeraciones.
Protocolo de acción y refuerzo de medidas de higiene: el contexto obliga a extremar las medidas de prevención. Por eso trabajadores y voluntarios procederán con un protocolo de acción que contempla la utilización de elementos de protección e insumos de higiene de manera permanente. Además, se entregarán junto con los kits de frío, elementos de higiene (jabón blanco, alcohol en gel, etc.) a quienes lo necesiten.
Más de 1.200 personas: para poder llevar adelante las medidas vinculadas con el refuerzo de Centros de Inclusión y para reforzar la tarea del BAP, este año se realizaron distintos acuerdos y se sumaron voluntarios para que, en un contexto delicado por el coronavirus, todos los esfuerzos puedan confluir en el mismo objetivo. Por eso, a los habituales 760 trabajadores y trabajadoras del BAP y quienes llevan adelante las tareas en los Centros de inclusión, se sumaron hasta el momento 442 colaboradores de otras áreas del Ministerio de Desarrollo Humano y otros trabajadores del Gobierno de la Ciudad. También suman su trabajo distintas organizaciones sociales y de la sociedad civil y distintos credos de manera voluntaria y a través de convenios.
En el contexto de la pandemia, en marzo se abrieron en la Ciudad ocho nuevos Centros de Inclusión utilizando las instalaciones de centros polideportivos y, además, se decidió la apertura 24 horas, 7 días a la semana de todos los existentes para asegurar que todas las personas en situación de calle tuvieran un lugar donde pasar la cuarentena.
Esto significó incrementar la cantidad de camas de 2.099 a 2.987, pasando de 32 Centros permanentes a 40. Se abrieron 2 adicionales exclusivos para adultos mayores con 142 camas. El nuevo “Roca III”, además de ser un lugar de aislamiento, incrementa la capacidad en hasta 250 camas llegando a un total de 3.379 plazas.
El abordaje del Ministerio de Desarrollo Humano sobre las personas que se encuentran en situación de calle es continuo e integral. A través del programa “Buenos Aires Presente” (BAP), compuesto por asistentes sociales y psicólogos que se encargan de acercarse a cada persona en situación de calle para ofrecerles ingresar a un Centro de Inclusión Social.
“Lo que hacemos es recorrer la Ciudad con 40 móviles buscando a personas que se encuentran en situación de calle para ofrecerles que asistan a los centros de inclusión social. En caso de que no acepten, contamos con comida caliente, kit de frío, frazadas y viandas secas en cada móvil, para poder acompañarlos en la situación que atraviesan”, cuenta Sabrina Surlys, supervisora del turno vespertino del BAP.
El trabajo implica asistir y acompañar a cada persona para que pueda rearmar un proyecto de vida sostenible en el tiempo.
A partir del distanciamiento social preventivo y obligatorio que comenzó el 20 de marzo, los Centros destinaron un espacio exclusivo para casos sospechosos de coronavirus o quienes hayan sido identificados como casos estrechos.
Además, se intensificaron las medidas de prevención, desinfección y limpieza de los espacios y se reforzó la entrega de kits de higiene para quienes residen en cada uno de los Centros.
La última semana de mayo, además, abrió sus puertas el Centro Costa Salguero, destinado a derivar a aquellas personas positivas de COVID-19, con síntomas leves. Previamente, los casos positivos en habían sido destinados a los hoteles que la Ciudad destinó al manejo de la pandemia para casos leves.
Dentro de cada Centro hay mucho más que una ducha con agua caliente y las cuatro comidas. Hay un equipo dedicado a contener y abordar cada situación con el detenimiento que merece. Allí hay una red de contención y actividades recreativas que incluyen deportes y talleres de manualidades. Además, se dictan charlas específicas que lleva adelante la Dirección General de la Mujer por violencia de género; espacios de escucha y contención; y espacios para niños, con talleres de circo, batucadas y ciclos de charlas orientadas por el Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes.
Es también allí donde surgen historias que vale la pena conocer: en esta cuarentena, unos de los Centros están confeccionando tapabocas; en otros, la fundación Espartanos se acercó para transmitir los valores del trabajo en equipo y de una vida saludable. En los Centros del Parque Roca, todas las semanas asiste una compañía de Circo para entretener a las familias.
En esta circunstancia es central el trabajo de restitución de derechos que realiza el equipo de Servicios Sociales Zonales del Ministerio; ellos se encargan de asesorar a cada persona alojada en un Centro con trámites específicos, documentación, y con la posibilidad de obtener un DNI. Solo así cada uno podrá, una vez terminada la cuarentena, acceder a las prestaciones del Ministerio que les posibilitará la concreción del plan de fondo que se busca impulsar cada vez que una persona ingresa a un parador.