La división oficial de la Ciudad dice que Buenos Aires tiene 48 barrios. Palermo es el de mayor superficie (casi 16 kilómetros cuadrados) y San Telmo el de menor (poco más de un kilómetro cuadrado).
Se sabe que hay algunos casi desconocidos, como Villa Santa Rita, Villa Riachuelo, Villa Ortúzar, Versalles, Villa General Mitre o Vélez Sarsfield.
Otros que sólo existen en el habla popular como Once, Abasto o Barrio Norte, pero no figuran en ningún mapa. También hay algunos barrios con mucha historia, pero que quedaron perdidos en la nebulosa de los años.
Uno de ellos es Villa Talar.Por una cuestión de proximidad, muchos lo vinculaban con Villa Devoto. Pero Villa Talar tenía límites propios y hasta una asociación de fomento creada en agosto de 1919.
Aquel barrio, según los historiadores, ocupaba el territorio de un área comprendida por las avenidas San Martín, Francisco Beiró (antes Tres Cruces) y Enrique Mosconi (antes América).
Era una zona rural que después de la federalización, ocurrida en 1880, empezó a poblarse, surgiendo algunas quintas, los hornos que fabricaban ladrillos y construcciones, primero de madera y luego con materiales más resistentes.
El nombre del barrio nació por los montes de talas que había en la zona. El más destacado, dicen, era uno que estaba cerca de la casa de la familia Altube, cerca de Nazca y Gutenberg.
También por allí se destacaban el “boliche de García”, famoso almacén y despacho de bebidas, y la estación Tres Cruces del histórico “trencito” Lacroze que salía desde Chacarita con rumbo a la provincia.
Ir hasta el Centro de la Ciudad requería más de una hora en los “tramways” que bajaban por la actual avenida Corrientes que, por entonces, tenía un tramo que llegaba hasta Villa Crespo y se conocía como Triunvirato.
El crecimiento que en ese tiempo tenía Villa Talar quedó registrado en las propuestas que en la década de los años 20 había hecho la gente de la asociación de fomento: iluminación de las calles, adoquinados y hasta la creación de una plaza.
Sin embargo, en la década siguiente, cuando se oficializaron varios barrios, Villa Talar se perdió: la zona Norte fue para Villa Pueyrredón; la Sur, para Agronomía, un barrio que se formó sumándole el Parque del Oeste o Parque Agronómico, más una parte de Villa del Parque y otra de La Paternal.
De aquel pasado, en la zona aún quedan algunas referencias que aluden al nombre histórico, aunque no pertenezcan a aquel barrio perdido. Son la Asociación Vecinal de Fomento “El Talar Norte”, que está en Salvador María del Carril 2956, y el Club El Talar, en Nueva York 2944/2960.
Otro símbolo de esa barriada es la Parroquia San José del Talar y Santuario de Nuestra Señora que desata los nudos, en Navarro 2460.
La imagen de esta Virgen es una réplica de la que se encuentra en la Iglesia de Sant Peter am Perlach, en Augsburgo, Alemania.
El cuadro original, pintado alrededor de 1700, fue hecho por Joham Georg Melchior. Después de la Segunda Guerra Mundial, aquella iglesia alemana quedó a cargo de la Orden de los Jesuitas.
Las primeras imágenes de Nuestra Señora de Knotenlöserin (popularmente conocida como “la Virgen Desatanudos”) llegaron a Buenos Aires en la década del 80, cuando un sacerdote argentino, que había estado estudiando en Alemania, trajo algunas estampas.
Aquella imagen estuvo venerada en la capilla del rectorado de la Universidad del Salvador. Después, se decidió su entronización en la parroquia de la calle Navarro.
La réplica del cuadro la pintó la artista Ana Betta de Berti. El sacerdote que trajo aquella imagen desde Alemania se llama Jorge Bergoglio y es el actual Papa Francisco. Pero esa es otra historia.