La ministra de Salud porteña Ana María Bou Pérez confirmó que hay “216 casos confirmados, y 300 probables” en los que un primer análisis dio positivo, pero resta hacer un segundo chequeo, aunque hay una “alta probabilidad” de que se trate de dengue.
La funcionaria aseguró que “no hay casos de dengue grave” y que tanto los pacientes que están internados como uno que se encuentra “en terapia en el hospital Muñiz”, están en “buen estado y evolucionan bien”.
Respecto a un audio viral difundido por Whatsapp que hablaba de casi el doble de pacientes tratados sólo en el Hospital Penna, la ministra desmintió lo difundido por una mujer que se identifica como médica del Hospital Penna, que viralizó que serían “400 y pico” los casos solamente en ese centro de Salud ubicado en el barrio de Parque Patricios.
La ministra afirmó que el audio es “falso” y “anónimo” pero destacó que sirvió “para alertar a la población, que hoy está hablando de esto y va a empezar a cuidarse más”.
De acuerdo al audio, hay siete u ocho casos nuevos de dengue por día que llegan al hospital, y hasta se tuvo que desalojar una sala de la institución para frenar el avance de la epidemia.
Al respecto se pronunció el director del Penna, Gustavo San Martín, quien informó que se atendieron 136 pacientes con dengue desde que empezó el año y actualmente hay nueve internados, “ninguno de gravedad”.
“Lo que dice el audio dista de la realidad y el hospital funciona con su actividad diaria sanitaria y docente”, ratificó el directivo médico que negó que haya “servicios suspendidos”.
“No hay 400 casos: desde que empezó el año hubo 261 pacientes con cuadros febriles, sea por faringitis o dengue, atendidos en un consultorio específico desde donde fueron derivados al laboratorio que confirmó los cuadros”, manifestó.
El director precisó que de esos 261 casos, unos 136 pacientes dieron positivo en dengue, de los cuales 26 son personas que no viajaron a otro país con circulación del virus, o sea que son autóctonos.
Los 216 casos confirmados en la Ciudad se contabilizan desde el 1 de enero de este año; en diciembre se registraron “solo tres o cuatro”, precisó Bou Pérez, quien añadió que estamos ante un “brote, no una epidemia”, ya que es una enfermedad que “viene desde hace varios años, que aumenta su prevalencia”.
“Estamos en pleno brote y nos queda marzo y abril, ya que el mosquito disminuye su actividad cuando empieza el frío. Se trata de una patología social y comunitaria, combatirla depende del ministerio y también de la comunidad, por los cuidados que hay que tener en los domicilios”, consideró.
Al ser consultada por las acciones para frenar el brote, la funcionaria informó que personal del ministerio y de los hospitales públicos porteños realizan los días jueves “el día de descacharrado”, en el que se acude a los domicilios y se habla con los vecinos sobre la importancia de no tener objetos que puedan contener pequeñas cantidades de agua quieta.
Además, se realizan tareas de fumigación pero sólo “donde hay que combatir un brote o donde hay casos autóctonos”, ya que este método “mata al mosquito adulto” pero no las larvas.
En cuanto a la capacidad de los hospitales públicos de la Ciudad para combatir el brote, aseguró que todos cuentan con un consultorio de febriles en los que hay “un profesional capacitado para distinguir entre un paciente probable y otro con un tipo de fiebre ocasionado por otras patologías”.
Por último, recomendó a todos los pacientes que tengan fiebre consultar a un médico o acudir a los hospitales, y advirtió que no se debe tomar “ni ibuprofeno ni aspirina, ya que el dengue produce alteraciones hematológicas que pueden ser acrecentadas” por este tipo de medicación, causando peligrosas hemorragias.