La comunidad boliviana celebró el Día de los Muertos

El cementerio de Flores fue colmado por la comunidad boliviana el Día de los Muertos.

Las colas eran de hasta 200 metros para entrar debido a los controles que realizaban las fuerzas de seguridad para evitar, principalmente, el ingreso con bebidas alcohólicas.

Sobre las tumbas, cubiertas con aguayos se podían ver masas dulces con diferentes formas, cada una con un significado: escaleras para subir al cielo, formas humanas en representación del alma, caballitos que llevan las ofrendas, cruces y coronas.

Algunas familias no ofrecían comida, pero sí cubrían las tumbas con flores que plantaban en un montículo de tierra.

Según la tradición, el 1 de noviembre a la noche, en el Día de Todos los Santos, dios abrió las puertas del cielo para que bajaran las almas, que se quedan hasta el día siguiente con sus seres queridos.

En el lugar, una banda musical recorría las tumbas a pedido de los familiares de los muertos.