La Legislatura porteña sancionó el nuevo Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires que, entre otras cosas, prohíbe la actividad de los “trapitos” y los “limpiavidrios”.El proyecto fue aprobado tras un largo debate en la última sesión ordinaria del año, con 40 votos a favor y 20 en contra.
El oficialismo consiguió así una ley que viene impulsando desde hace muchos años pero que hasta el momento no había logrado aprobar en el recinto por falta de apoyo del resto de los bloques.
Con estas modificaciones queda totalmente prohibida la actividad de los cuidacoches y los limpiavidrios en la vía pública: hasta el momento esta tarea era considerada una infracción solamente si se comprobaba que había una “exigencia” de dinero por parte de la persona que ofrecía ese servicio.
El nuevo Código establece, además, una pena agravada cuando esta contravención se realiza en grupo o de forma organizada, condenando de 5 a 15 días de arresto a los integrantes de esa asociación “y se eleva al cuádruple para los jefes/as y/o coordinadores/as”.
“¿Quién puede estar en contra de votar cuando tratamos de pelear contra las mafias?”, resaltó el diputado oficialista Daniel Presti durante el tratamiento del proyecto.
Mientras que el legislador por Unidad Ciudadana, Leandro Santoro, lamentó que esta norma busca “la criminalización del trabajo informal en la vía pública, de gente que subsiste con esto”.
“Con este tipo de medidas que se van a aprobar hoy, lo único que se va a incrementar es la capacidad de coacción del Estado para cobrarle coimas a los trapitos”, opinó Gabriel Solano, del Partido Obrero-Frente de Izquierda.