La Policía de la Ciudad desbarató una banda internacional de narcotraficantes y secuestró casi media tonelada de marihuana, más de 20 kilos de cocaína de máxima pureza y 40 kilogramos de precursores químicos.
Lo hizo durante varios operativos realizados en Capital Federal y la Provincia de Buenos Aires.
La mayor cantidad de droga fue encontrada el pasado miércoles 18 de mayo al interceptar una camioneta Ford Ranchera y un VW Vento en el peaje de la ruta 9 en la ciudad de Lima, a unos 20 kilómetros al norte de la localidad e Zárate, que eran objeto de seguimiento por los efectivos de la División de Investigaciones Criminales de la Policía Metropolitana. En esa camioneta se encontraron escondidos 352 ladrillos de marihuana.
Como consecuencia de los operativos hubo diez detenidos, cinco argentinos, cuatro paraguayos y un español con documentación falsa y pedido de captura internacional.
Según Martín Ocampo, ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, “este operativo insumió tres meses de investigación, con seguimientos y con un trabajo de campo muy importante donde se desbarató una gran banda internacional que vendía cocaína y marihuana”.
“Hubo diez detenidos, pero lo más importante es que esta droga no va a estar ahora en las calles”, añadió el funcionario.
La banda del “Gordo” Luis integrada por varios cómplices de nacionalidad paraguaya se dedicaba al comercio de marihuana, que luego de ser compactada y fraccionada se vendía en Tucumán entre otros lugares. Luego con ese dinero se adquiría cocaína de máxima pureza en Salta que era llevada a la “cocina” de Cañuelas para ser cortada y estirada para aumentar su rendimieneto.
Precisamente el “cocinero” de la droga que dio origen al nombre del operativo “Paella”, es un ciudadano español, conocido como “el Gallego” sobre el que pesan varios pedidos de captura internacional y la prohibición de salida de su país. Este sujeto trabajaba en una casa de Cañuelas donde se estiraba la cocaína y que consta en el expediente como el “Gallego” pedía que la mercadería “no se queme y no quede muy fuerte”. Para estirar la droga, quedó comprobado que “el Gordo” Luis adquiría los precursores necesarios en una empresa química con domicilio en el barrio de Constitución y que no poseían los permisos que otorga el RENPRE (Registro Nacional del Precursores Químicos).
“El Gordo” Luis quien era el líder de la banda, tenía un pedido de captura internacional por tráfico de estupefacientes del año 2011 acusado de conformar una banda que se dedicaba al tráfico de drogas dentro del país y hacía España.
Los detenidos quedaron a disposición de la Justicia imputados por infracción a la ley 23737 de Narcotráfico.