La red internacional C40 envió la semana pasada a sus representantes a Buenos Aires para convertirla en la primera Ciudad en recibir ese software, donde miembros de la Agencia de Protección Ambiental fueron capacitados mediante un taller para usar correctamente la herramienta.
“CURB permite identificar y priorizar oportunidades de reducción de carbono y evaluar estrategias. Es una herramienta que ayuda a plantear las metas de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y calcular el potencial de reducción local, que además ayuda a controlar los cumplimientos y proyectar acciones”, precisó esa Agencia en un comunicado.
La herramienta toma variables como la normativa nacional, los compromisos asumidos por la Ciudad y los niveles de emisiones actuales y permite prever cómo impactarán en las emisiones futuras los diferentes proyectos que se impulsan.
Buenos Aires adhirió a la red en 2009 y en marzo de 2015 la Ciudad suscribió el Acuerdo de Alcaldes, convirtiéndose en la segunda ciudad de la región y una de las diez primeras del mundo en cumplir con las exigencias internacionales para los objetivos de mitigación y adaptación frente al cambio climático.