Los precios de los alquileres de departamentos en la Ciudad aumentaron 34,5%, más que el incremento de los precios al consumidor y que los salarios, lo que refleja una fuerte desregulación del mercado inmobiliario porteño.
De esta manera, el incremento contradice las promesas de campaña de Macri de ofrecer para todos el país un Estado que acompañe “las necesidades de la gente en materia de vivienda”, señalaron entidades de inquilinos.
Para renovar el alquiler de un departamento de entre dos y tres ambientes (unos 50 metros cuadrados) en la ciudad de Buenos Aires hay que contar con un 34,5 por ciento más de dinero que hace un año, ya que en agosto de 2014 el precio promedio era de 4.149 pesos y ahora pasó a ser de 5.581 pesos, según un informe del propio gobierno porteño.
“En la ciudad de Buenos Aires, una de cada tres viviendas es alquilada, por eso semejante aumento de los precios representa un negocio extraordinario para los intermediarios”, indicó Marcos Quintulen, integrante de Inquilinos Agrupados (IA), que denunció la falta de un Estado que regule en favor de las personas y familias, víctimas de las prácticas abusivas de las inmobiliarias.
Para el referente de IA, “el gobierno porteño dirigió su política a generar negocios con el sector inmobiliario a través de la autorización de grandes construcciones y de la canalización de recursos públicos, lo que ha permitido la especulación del mercado en detrimento del acceso a la vivienda”.
Actualmente, añadió Quintulen, “la única instancia estatal es el Colegio Único de Corredores Inmobiliarios (Cucicba), que según hemos comprobado, trabaja para el mismo sector. No hay Estado al servicio de la gente en la Ciudad de Buenos Aires”.
En el discurso de campaña del 10 de octubre pasado, Macri preguntaba: “¿Qué clase de Estado pretendemos para Argentina. Si un Estado que ‘aplasta’ o un Estado que ‘acompaña las iniciativas de la gente?'”.
“Nosotros creemos que claramente el Estado que propone Macri es el que acompaña, pero no a la gente sino al sector de los intermediarios inmobiliarios en sus negocios”, mientras que “aplasta los salarios de los inquilinos”, dijo el abogado.
Según el informe difundido hoy por el propio gobierno porteño, “en el período que va de agosto de 2014 a agosto de 2015, el incremento promedio en los precios de los alquileres (34,5%) resultó mayor al aumento interanual de los precios al consumidor, que fue de 24,8 por ciento”, según la Dirección de Estadísticas de la Ciudad de Buenos Aires.
“Ese 34,5 por ciento de incremento en los alquileres de departamentos fue también superior a la variación registrada por el Índice del Salario que registró el Indec (29,6%) en el mismo período (entre agosto 2014 y el mismo mes de 2015)”, señala el relevamiento del gobierno porteño.
“Hace falta empezar a mirar hacia la gestión privada del mercado de la vivienda”, dijo a Télam Jonathan Baldiviezo, integrante del Observatorio Derecho a la Ciudad de Buenos Aires, quien consideró “la necesidad de regular el mercado inmobiliario” para que “éste no se aproveche de la gente”.
El referente de la entidad sostuvo que ese aumento de precios de los alquileres “reflejan que hay especulación inmobiliaria que no termina en los precios, está también en las 100 hectáreas de tierra ociosa que tiene al ciudad”.
La emergencia habitacional “debería hacer pensar al gobierno a la vivienda como un derecho, para que el mercado inmobiliario no se aproveche de la gente”.
“Hoy existe una desregulación completa del mercado inmobiliario. Cuando en una ciudad ocurre esto, hay una transferencia de recursos de los inquilinos a los propietarios que genera más exclusión, más desigualdad económica, y por ende más violencia en la sociedad”, sostuvo Baldiviezo.
El referente de la entidad que se ocupa de investigar estos temas de la ciudad explicó que “hay una postura de tomar la cuestión habitacional como un tema público”.
“Si bien ha habido programas estatales dirigidos a esa cuestión, como ‘Alquilar se puede’, que da créditos para alquilar -aunque con bajísimo impacto- deberían empezar a ver cómo regular la gestión privada de la vivienda”, indicó.
“No es descabellado pensar en la regulación de precios como una forma de impedir que el mercado inmobiliario se aproveche de la gente”, señaló el referente del Observatorio.
El relevamiento que hizo la Ciudad de Buenos Aires señaló que los alquileres en Palermo aumentaron desde agosto de 2014 al mismo mes de 2015 un 34,4 por ciento, y mostró incrementos en Recoleta el 35,2 por ciento, Retiro (44,9%), Nuñez (45,7%), Belgrano (30,7%), Almagro (35,5%); Villa Urquiza (26,7%), Colegiales (26,2%), Villa Crespo (26,9%), Balvanera (41,6%), Caballito (29,7%), San Nicolás (19,6%) y Flores (37%).