Conformado por el hospital, la Fundación Huésped y el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y SIDA (Inbiris), el equipo, denominado eco-fibroelastrógrafo y valuado en 100 mil dólares, mide la elasticidad del tejido hepático.
De esta manera, permite diagnosticar insuficiencia sin la necesidad de realizar una biopsia hepática, que es un método costoso, invasivo, molesto y que puede traer complicaciones, como hemorragia o perforación.
El elastógrafo reconstruye imágenes a partir de la interferencia entre las ondas longitudinales y las ondas de tensión dentro del tejido, a la vez que dispara ondas de sonido y mide la velocidad a la que atraviesan el tejido hepático.
De esta manera, el hospital del barrio porteño de Palermo podrá diagnosticar, por ejemplo, qué pacientes con hepatitis viral crónica (B o C) requieren tratamiento más temprano.
“Desde Fundación Huésped estamos muy orgullosos de formar parte del Consorcio Replicar gracias al cual hoy el Hospital Fernández, su equipo médico y pacientes, tienen a disposición este innovador dispositivo con tecnología de última generación”, sostuvo el médico infectólogo Pedro Cahn, presidente del organismo.
Y concluyó que “la sistematización e informatización de la información clínica de pacientes con patologías infecciosas, para su adecuado uso en investigación, así como la expansión de la producción de estudios de investigación clínica en el hospital, son clave en los avances médicos del país”.