El macrismo y los bloques más numerosos de la Legislatura se unieron ayer para una votación polémica: rechazaron dos proyectos para bajar los sueldos que cobran los diputados.
Como resultado, sus salarios seguirán rondando los 60 mil pesos brutos, que terminan siendo cerca de 40 mil pesos de bolsillo.
Gustavo Vera, legislador del bloque Bien Común, pidió que se discutiera sobre tablas su proyecto para que los diputados porteños ganen lo mismo que un director de escuela, cuyo salario bruto ronda los $ 28.000. El legislador asegura que ya viene donando parte de su sueldo.
La iniciativa también fue firmada por su compañero de bloque, Pablo Bergel.
El proyecto cobró publicidad en los últimos días, cuando se conoció que los salarios de los diputados se duplicaron en el último año.
Al respecto, el vicepresidente 1° de la Legislatura, Cristian Ritondo, bajó a su banca para rechazar la iniciativa, y explicó que el sueldo de un legislador se fija en proporción a lo que cobran los empleados de la Legislatura. Así, cuando se pacta un incremento salarial para la planta de trabajadores, eso termina impactando en un salto en el salario de los políticos.
Esto funciona así desde 1997, porque antes sucedía que un empleado podía terminar ganando más que un diputado. “Lo que propone Vera terminaría bajando el sueldo de los trabajadores. Estas son discusiones que son para el populismo y no mejoran a los legisladores ni al funcionamiento de la Legislatura”, disparó Ritondo.
También desde el kirchnerismo hubo críticas. Gabriela Cerruti, de Nuevo Encuentro, aseguró que “el sueldo no determina si un político es honesto o no”.
Otros bloques se sumaron. Graciela Ocaña, de Confianza Pública, afirmó que “en la calle no me piden que me baje el sueldo”.
De esta manera la votación finalizó con un rotundo rechazo de 47 diputados en contra de la iniciativa, que sólo tuvo los dos votos positivos de Bien Común más los de los diputados Alejandro Bodart, del MST -que también presentó una iniciativa similar- y Marcelo Ramal, del Frente de Izquierda.