Un grupo de casas prefabricadas en la calle Portela y avenida Riestra, se distingue en la topografía de Villa Soldati.
Son viviendas blancas con paredes de plástico y tienen el techo tan bajo que parecen cajas de zapatos.
El complejo, construido por el Gobierno de la Ciudad a través de la Corporación Buenos Aires Sur, está compuesto por 33 hogares, un comedor comunitario y un salón de usos múltiples que hoy es un centro parroquial.
En noviembre de 2009, la Corporación entregó las viviendas a familias que vivían en Los Piletones y en la desaparecida Villa Cartón, pero la alegría de contar con techo propio duró poco, porque las casas carecen de luz, agua, gas y red cloacal.
Sus habitantes cuentan:“Nos entregaron las viviendas hace cinco años, pero como no tienen final de obra ni existen planos, tanto Edesur como Aysa no pueden darnos el servicio y colocarnos un medidor”,
Leopoldo Ruejas, delegado del barrio, comenta que llevan años solicitándole a la Corporación Buenos Aires Sur que habilite las casas y realicen el tendido de cloacas, ya que cuentan con un solo caño para todo el barrio que se desborda constantemente.
Si se recorre el barrio, se puede comprobar que algunas casas tienen los desagües al aire libre. El único caño de cloaca donde descargan las viviendas no tiene tapa y rebalsa.
En los pasillos tampoco hay desagües pluviales y se inundan los días de lluvia.
El complejo recibe electricidad a través de una conexión provisoria que hizo la Corporación cuando estaba construyendo el barrio. A las casas llega muy poco voltaje, que sólo sirve para que funcionen algunas lamparitas. Pero cuando hay baja tensión en la zona, se quedan sin luz.
Hace tres meses que la Corporación está construyendo un Centro de Primera Infancia (CPI) en el único espacio abierto que tenía el barrio.
Cada vez que llueve entra agua en las casas que comparten la pared medianera con la obra. “Se inundan la habitación de los chicos y el comedor. El agua entra por las paredes de plástico y también por el tendido eléctrico. Les pedimos a los encargados de la obra que solucionen este problema, pero ellos siguen adelante y no les importa”, relata un matrimonio, que vive con sus tres hijos al lado de la construcción.
Ante la falta de respuesta de la Corporación, los vecinos recurrieron a la oficina de Mediación Comunitaria de la Defensoría General de la Ciudad, pero todavía las negociaciones no arrojaron ninguna solución.
Cansados de esperar una solución, el martes 20 los vecinos protestaron frente al CPI. “Vino el jefe de seguridad de la Corporación Buenos Aires Sur y nos prometió una reunión con algún responsable del organismo, pero los que vinieron fueron los policías de la Metropolitana”, relata Myrian Estela Cabrera, otra delegada del barrio.
Y agrega: “Estábamos esperando en la capilla y cuando llegaron los policías nos empujaron y golpearon a todos los vecinos. Pero sólo nos llevaron detenidas a mi comadre y a mí”, denuncia.
Myriam Cabrera y su vecina Beatriz González Cabrera permanecieron 37 horas detenidas en la Comisaría Comunal 4 de la Policía Metropolitana por supuesta usurpación de una propiedad del gobierno.
“Primero nos tuvieron cuatro horas sentadas y luego nos hicieron desvestir frente a policías masculinos y nos revisaron antes de colocarnos en dos calabozos distintos. Recién al otro día nos llevaron a la Unidad Fiscal Sur, pero el fiscal nos liberó sin tomarnos declaración”, cuenta Myriam.
La causa todavía se encuentra abierta. Y, según explica Myriam, la Corporación de Buenos Aires Sur solicitó una orden de restricción para que ella no pueda acercarse a menos de 500 metros de la obra. Una medida imposible de cumplir porque la casa que Myriam comparte con sus cuatro hijos se encuentra a unos cinco metros de la construcción.
Ramiro Masjuan, a cargo de la unidad ejecutora Prosur Habitat de la Corporación Buenos Aires Sur, aseguró que” la Corporación está en trámites con Edesur, Aysa y Metrogas para poder brindarles los servicios a los vecinos. Cuando Edesur apruebe la obra que le presentamos, calculamos que nos tomará 150 días construir un centro de transformación para que se habilite el servicio en cada vivienda.”
También declaró que una vez que Metrogas le apruebe el tendido, los vecinos podrán tener gas natural en 60 días. En cuanto al reclamo por la red cloacal, Masjuan aclaró que las cloacas se construyeron bajo las normas vigentes. Y que ahora el organismo está gestionando que Aysa se haga cargo de su mantenimiento.