Su nombre es el diminutivo de la palabra quichua “chacara” o “chacra”, y su historia es común a la de sus vecinos Agronomía, Colegiales y parte de Paternal y Villa Ortúzar.
Esas tierras pertenecieron originariamente a los padres jesuitas, y luego de la expulsión de éstos en 1767, pasaron al Estado y a través de él al Real Colegio Convictorio Carolino de Buenos Aires, que comenzó a utilizar la casa de campo de la Chacarita como lugar de vacaciones de sus alumnos, razón por la cual con el correr del tiempo la zona fue identificada con el nombre de Chacarita de los Colegiales.
Desde entonces el Colegio cambió de nombre varias veces hasta que finalmente pasó a denominarse Colegio Nacional durante el gobierno de Mitre.
Sobre estos últimos tiempos, Miguel Cané en su novela “Juvenilia” nos ha dejado un imborrable testimonio de cómo eran aquellos días que los alumnos pasaban en ese apartado lugar de Buenos Aires.
En 1871 la terrible epidemia de fiebre amarilla determinó la necesidad de habilitar el primitivo Cementerio del Oeste, en los terrenos hoy ocupados por el parque Los Andes.
Con la anexión de Flores y Belgrano en 1887, el barrio cobró mucha mayor importancia por su posición central entre los dos importantes núcleos urbanos de los nuevos límites de la ciudad.