Un grupo de cinco alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires (CNBA) ingresó a la Iglesia de San Ignacio de Loyola, la más antigua de la Ciudad de Buenos Aires y contigua al establecimiento educativo, produjeron destrozos y dejaron pintadas con frases ofensivas, hechos que fueron repudiados por el Centro de Estudiantes.
Los cinco estudiantes ingresaron por los túneles y forzaron cuatro puertas para llegar al templo, en donde quemaron el sillón sacerdotal, un banco de la iglesia, y realizaron pintadas sobre el piso con consignas como “la única iglesia que ilumina es la que arde” e “hipócritas: ni Dios ni amo”.
Los alumnos del CNBA manifestaron su “total repudio” por lo sucedido, ya que “fue realizado a espaldas del centro de estudiantes y se entiende que la razón fue desvirtuar el eje de la lucha, porque son chicos que desde un principio se opusieron a la toma del colegio”, dijo Nicolás Cernadas, del Centro de Estudiantes.
“Nos enteramos hoy a la mañana del hecho cuando los medios comenzaron a llamarnos”, dijo Cernadas, hecho por el cual hoy en asamblea se decidió manifestar el repudio y “no permitir que esos chicos vuelvan a entrar a la toma del colegio”.
Por su parte, el rector del colegio que depende de la Universidad de Buenos Aires, Gustavo Zorzoli, manifestó su consternación por los destrozos.
“No puedo creer que haya sido un grupo de alumnos”, dijo y agregó que “la medida que se tome podría llegar a ser la expulsión”.
El rector evaluó que el hecho “no tiene que ver con la toma” en rechazo de la reforma educativa que planea el Gobierno porteño y aseguró que esta es “una de las situaciones más graves que se dio en los últimos 30 años en la institución”.
El rector de la Universidad de Buenos Aires, Rubén Hallú, también manifestó su “más enérgico” repudio por los destrozos, a través de un comunicado, y afirmó que “esto claramente va en contra del espíritu y vocación de diálogo permanente”.
La iglesia de San Ignacio de Loyola es el testimonio más antiguo de la Ciudad de Buenos Aires en materia edilicia con más de 300 años, con tesoros arquitectónicos y artísticos.