Polémica detrás de la necesidad de una ESI

El Ministerio de Salud abrió una licitación pública para la compra de dispensers de preservativos, 10 mil penes de madera y maletines para utilizarlos como materiales de promoción para prevenir enfermedades de transmisión sexual.

Son todos elementos que formarán parte de una campaña de difusión y prevención que se verá en sedes públicas, en especial vinculadas a la salud. La adquisición de esos productos se autorizó por un monto estimado de 13 millones de pesos, lo que generó mucha polémica entre dirigentes políticos, periodistas y usuarios de las redes sociales.

Al respecto, la responsable de la cartera sanitaria Carla Vizzotti se expresó en Twitter y apuntó contra los que cuestionaron la iniciativa: “Gracias por la inesperada difusión de los #PenesDeMadera. El debate generado no hace más que visibilizar y confirmar cuánto necesitamos Educación Sexual Integral (ESI) en nuestra sociedad”.

Hasta el momento, la licitación para la compra de 10 mil penes de madera perdió a su principal oferente
Era el único que ofreció cotizar el kit completo por la suma total de $14.870.000. Se trata de Carlos Esteban Nielsen, un joven de 35 años oriundo de la provincia de Córdoba, el único en cotizar por el kit completo con una cifra total de $ 14.870.000.

El objetivo del Gobierno es “asegurar una amplia disponibilidad de materiales de promoción” con el objetivo de concientizar y evitar la propagación de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).

El recibo de ofertas cerró el martes 13 de julio con cuatro postulantes: Buhl S.A.; Marketing Dimensión S.A.; Melenzane S.A.; y Nielsen. Pero este último prefirió no continuar con la licitación a la hora de haberse postulado.

La licitación está en la etapa que se denomina “apertura”. En los próximos días, la cartera ministerial debería convocar a los oferentes para subsanar cualquier deficiencia antes de pasar a la evaluación y posterior adjudicación de las ofertas.

El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, conducido por Daniel Gollan, defendió la decisión y sostuvo que las críticas “tienen un trasfondo político” en medio de las internas legislativas y enfatizó que una pandemia no es un factor para detener el resto de las acciones de salud y prevención.