Aulas containers dentro de otras escuelas y en descampados

Si se hace un recorrido por la Ciudad, se podrá advertir por ejemplo:

Aulas containers en el playón de Piedrabuena y Subiría, que el gobierno porteño lo anuncia como una nueva escuela, mientras atrás de estas “aulas”, se puede observar la estructura de hormigón de la escuela Inicial que ya debería estar terminada.

Aulas containers que conformarán la nueva escuela infantil Nº13 del DE 21 en Villa Lugano y la
Playa de cemento donde colocarán las aulas containers, que se ubicarán en el patio de la Escuela Nº11 de Lugano.El patio de la Escuela Infantil Nº11 estará ocupado entonces por 7 aulas containers y un baño. Que ocupará la Escuela Nº13 que no tendrán lugar para comedor, patio ni salón.

Carpeta de cemento en el patio que ocupan tres escuelas en Villa Soldati. Allí instalarán 8 aulas containers y un baño.

En Chilavert y Varela, obreros trabajando contra reloj para terminar el playón donde irán las aulas containers.

Para crear una nueva escuela infantil con aulas prefabricadas se anulará el espacio verde de dos escuelas iniciales.

Aula container “provisoria” lleva tres años en la escuela primaria Nº23, en Villa Soldati.

El Ministerio promociona en su página web que este año inaugura 17 nuevas escuelas, de las cuales 11 serán de nivel inicial. Hay cinco casos que llaman la atención porque coinciden con los lugares de instalación de las aulas modulares que adquirieron durante el verano.

Un ejemplo es el del Polo Educativo de Piedrabuena, en Villa Lugano. Aunque había presupuesto desde 2010 por la venta de los terrenos de Catalinas Norte, el proyecto recién fue creado a fines de 2012. El polo, que ya debería estar construido, fue proyectado con tres edificios escolares nuevos para una escuela inicial, otra media y una especial. Y un polideportivo.

Mientras, la Escuela Primaria N° 22 del Distrito 20 debía ser readecuada. Todas las obras fueron presupuestadas en 30 millones de pesos. A más de un año, sólo un cartel oficial anuncia la ejecución de la futura escuela Infantil y de la escuela Media en Zuviría y Piedrabuena. Y en el terreno sólo existe parte de la estructura de hormigón de la futura escuela inicial.

En cambio, el Ejecutivo compró ocho aulas modulares, dos núcleos sanitarios, un módulo cocina-comedor y uno para dirección.

El día en que deberían haber empezado las clases en esa nueva escuela Infantil prefabricada de 1.300 m2, se instalaron ocho aulas de 36 m2, el módulo de dirección y los sanitarios para los alumnos. Faltan el cableado eléctrico, la conexión de cloacas y agua potable.

“Falta colocar el baño para los docentes, la cocina y el comedor. Por arriba colocaremos un techo que cubrirá parcialmente el área abierta que rodea las aulas. Creemos que en dos semanas terminaremos de instalar todos los módulos”, detalla el empleado de Ruca Panel SRL, encargado de la obra.

Los módulos se instalaron a pesar de la resistencia de la comunidad educativa. “Lamentablemente necesitamos esas vacantes y juegan con la necesidad de la gente”, contó Dora Morales, representante de vecinos de Ciudad Oculta, que presentaron un recurso de amparo contra la colocación de equipos prefabricados en el perímetro del polo.
“El subsecretario de Educación, Carlos Regazzoni, nos dijo que van a instalar aulas que generarían 240 vacantes para niños de tres, cuatro y cinco años”, aseguró.

Una historia similar se da en el caso de la promocionada nueva Escuela Infantil Nº 13 D. E. 21 en avenida Roca (Puerta 9 del Autódromo), en Villa Lugano.

Los fondos procedían de la venta de Catalinas Norte en 2010. Pero en lugar de construir la escuela el Ministerio compró siete equipamientos modulares y un núcleo sanitario que metieron dentro del perímetro de la Escuela Infantil Nº 11 D.E. 21.

El 28 de febrero, el director de Infraestructura, Fernando Domínguez, se apersonó en la escuela para que permitieran instalar las aulas prefabricadas.

Para ello cubrieron de cemento 630 m2 que hasta ese momento era el área verde de la escuela Inicial Nº 11. Finalmente las aulas quedaron embaladas al costado del jardín y el director de Infraestructura se comprometió ver de alquilar tres establecimientos escolares privados en desuso. También dijo que se ocuparía del tendido de red cloacal de la Escuela Granja que está al lado del Jardín Nº 11.

“El Gobierno trae siete aulas containers y un baño, pero no instala cocina, ni comedor. ¿Dónde les vamos a dar de comer a los chicos? –se preguntan los docentes–. Tampoco hay un espacio destinado a patio para el recreo y educación física, ni un salón de usos múltiples. Esto no es una escuela, es un mamarracho”, dice indignada una docente que reserva su nombre para preservarse de un sumario.

Otra nueva escuela inicial será instalada en Chilavert y Varela, en Villa Soldati. Es el espacio de esparcimiento que utilizaban hasta ahora tres escuelas: la Infantil Nº 5, la Infantil Nº 9 y la primaria Nº 23 que ya tiene dos aulas containers.

Están construyendo a toda máquina una carpeta de cemento para emplazar otras ocho y un baño. Ayer un grupo de madres esperaba sin suerte la llegada de los listados de vacantes definitivos en la vereda.

“La directora me dijo que hoy podría ver si mi hija tiene la vacante para sala de tres”, dice Rosa, que tenía una vacante otorgada on line pero el Ministerio de Educación se la sacó. Todas contaron que les es imposible enviar a sus chicos a un jardín privado, apenas llegan a pagar un alquiler en la Villa 1-11-14.

El listado de nuevas escuelas que se inaugurarán este año finaliza con dos ítems: la Escuela Inicial en Bermejo y Piedrabuena, conformada hasta ahora por tres aulas modulares, en un descampado dentro de Ciudad Oculta, y la Escuela Inicial de Castañares y Piedrabuena, donde no se encontró ninguna obra.

Según un informe de la Unión de Trabajadores de Educación (UTE), el Polo Educativo de Casa Amarilla, recientemente construido, tiene graves problemas en el abastecimiento de agua, y tanto su red cloacal como el servicio eléctrico colapsaron.

El Jardín Nº 7 de La Boca, que funciona dentro del polo, contaba con una matrícula de 300 niños que se dividían en dos turnos: de 9 a 14 y de 13 a 17. “En el horario de comedor, entre las 13 y las 14, se superponen los dos turnos y ya el año pasado los alumnos sobrepasan la capacidad del establecimiento”, aseguró un padre.

A pesar de la falta de espacio el Ministerio está anexando tres aulas modulares que serán utilizadas como salas de 3, 4 y 5 años para 150 chicos, según el subsecretario Regazzoni.

Para los 150 nuevos alumnos se adaptaron sólo dos inodoros baby y dos bachas.
Las aulas modulares compradas para agregar al Jardín de Infantes Granaderos de San Martín en Libertador y Olleros y al Jardín Infantil Nº 3 D.E. 13, en Lacarra 1135, nunca fueron instaladas debido a la resistencia de su comunidad educativa.

La falta de vacantes en la escuela pública se explica porque el gobierno porteño no construyó los edificios escolares que había prometido. El presupuesto de Educación hizo una curva descendente que va desde el 28 por ciento hasta menos del 22 por ciento. “Pero no sólo se reduce. También se subejecuta de manera notoria”, sostiene Gustavo Moreno, asesor tutelar ante la Cámara. Por caso, entre 2010 y 2013, Infraestructura Educativa tuvo un presupuesto de $1.826.171.669, pero ejecutó sólo el 62 por ciento.

El Gobierno de la Ciudad pagó $14.411,28 por m2 de las aulas prefabricadas. Las 41 aulas modulares suman una superficie aproximada de 1.772 m2. Costaron $24.816.230. Si se tiene en cuenta que el precio por unidad de superficie de una escuela nueva, por sistema constructivo tradicional, es de $8.000 por m2, según los costos del Ministerio de Educación de la Nación.