Festival contra el negocio inmobiliario

La Plaza Malaver fue sede de un festival contra los negocios inmoviliarios. Con una actividad sen la plaza -delimitada por las calles Girardot, Heredia, Montenegro y Estomba- los vecinos de Villa Ortúzar realizaron el reclamo.

El festival contó con la participación de decenas de vecinos y con la actuación de bandas musicales en vivo, una feria y talleres de arte y de lectura.

“El festival no es un festejo, sino una manera de dar a conocer esta problemática”, explicó Ignacio Iraola, vecino del barrio y agregó: “No estamos en contra del progreso, sino que se construya un edificio de ocho pisos dentro de una plaza que tuvo un rol muy importante en la pandemia”.

“Los vecinos estamos rogando que no se haga el edificio, no tenemos una respuesta del Gobierno porteño y el anuncio de la venta sigue, pero entendemos que hasta ahora no tienen un permiso de obra”, agregó, por su parte, Paula, también vecina de la zona.

La plaza Malaver tiene la particularidad de ser un espacio verde público que tiene en dos de sus cuatro esquinas un conjunto de viviendas que están en pie desde hace décadas y que pertenecen, en algunos casos, a dueños particulares y, en otros, al Estado porteño.

Sobre la intersección de Heredia y Girardot hay cuatro casas, una de las cuales -la que da a la plaza- fue vendida y su nuevo propietario proyectó la localización del edificio de departamentos de unos 24 metros de altura que ya se publicita en la web de la empresa constructora como un sitio “con vista a la plaza” y con “un local gastronómico en la planta baja para compartir”.

Este espacio verder era un terreno en el cual coexistían, separadas por un alambrado, las canchas de dos clubes rivales de la zona, La Paternal y Gutenberg, hasta que ambas instituciones se mudaron a otro lugar y abandonaron ese espacio que, al quedar mayormente vació, se transformó en un espacio verde que fue oficialmente inaugurado en julio de 1940.