El problema de escolarización sin resolver

El sistema de inscripción online se puso en marcha el 4 de noviembre de 2013, con motivo de la apertura del periodo de matriculación escolar para el ciclo lectivo 23014.

De esta manera, se pretendía reemplazar el sistema tradicional, que se realizaba personalmente en los establecimientos escolares.

Los cuestionamiento por parte de padres y docente al nuevo sistema comenzaron desde antes de que se pusiera en funcionamiento.

Así el Defensor General porteño, Mario Kestelboim, presentó un amparo ante la Justicia al considerar que la medida “desalentaba el ingreso a la escuela pública” porque anulaba la posibilidad de realizar el trámite personalmente en alguno de los colegios estatales de la Ciudad, que posee 419 de educación inicial, 697 escuelas primarias y 277 de nivel medio.

Sin embargo, el titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 8 de la Ciudad, Osvaldo Otheguy, desestimó el pedido de la defensa pública que solicitaba la suspensión de la medida y dio vía libre a que el trámite se realice a través de la web del Gobierno de la Ciudad y la línea 147.

El sistema que, según el ministro de Educación de la Ciudad Esteban Bullrich, fue implementado con el objetivo de “trasparentar la forma en que las familias acceden a la escuela pública”, en pocos días demostró que el procedimiento funcionaba con errores, situación que la propia administración porteña reconoció.

Las quejas de los padres no se hicieron esperar. Uno de los problemas más habituales se dio con los alumnos que tenían hermanos cursando sus estudios en determinadas escuelas, que quisieron anotar a sus hijos allí mismo, pero el sistema “resolvió” darles cupos para distintas instituciones. El error de validación al acceso afectó a 4000 familias, a las que el ministro pidió disculpas.

Según Bullrich, se trató de “un problema técnico”, que habría sido provocado “por la enorme demanda”. Si bien admitió el error, minimizó la situación al decir que el sistema “trae muchas mas ventajas que desventajas”.

“Obviamente es un cambio cultural que nos va a llevar una adaptación, pero nos parece que va a permitir un trabajo de seguimiento, concreción y programa de inversiones mucho más efectivo y prolijo. Nos va a permitir construir escuelas donde necesitamos”, consideró.

Ante esta situación, el ministro difundió su número de teléfono celular para “atender personalmente los reclamos”. Sin embargo, los llamados son respondidos por un contestador automático que dice: “Hola. Soy Esteban Bullrich. Te pido que si me llamas por inscripciones me mandes un mensaje de texto a este número con el nombre, el número de documento y la escuela que querés para tu hijo”.

Al error del sistema se le sumó un segundo problema: la falta de vacantes en el nivel inicial. De los niños de hasta 3 años que requerían una vacante en la educación pública sólo “el 85 por ciento” obtuvo un lugar.

Sin embargo, el titular de la cartera educativa porteña justificó el déficit al subrayar que “se incrementó el 20 por ciento de demanda de vacantes desde el 2008, especialmente en zona sur”. Según cifras del propio Gobierno porteño, entre 7 mil y 9 mil alumnos quedaron fuera del sistema.

A toda esta situación se sumó un otro inconveniente: la falta de aulas. Por ese motivo, el gobierno porteño llamó a una licitación para la adquisición de 41 “equipamientos modulares”, entre los que se encuentran 33 aulas móviles, destinadas en su mayoría para nivel inicial.

Las críticas desde la oposición tampoco se hicieron esperar y denunciaron que los salones que se pretenden instalar en los establecimientos son “containers”.

Ante este cuestionamiento, Bullrich señaló que “no hay ninguna posibilidad de que el gobierno de Mauricio Macri ponga a chicos en containers” y sostuvo que se trata de “un método de construcción seco, más rápido”.

Si bien la inscripción para el ciclo lectivo 2014 culminó el 22 de noviembre, todavía hay alumnos que no poseen vacantes.

“Metimos la pata”, dijo Bullrich y prometió tener resuelto el problema para el 14 de febrero. Las clases empiezan el 26 de este mes, sin embargo, cuando falta 20 días, cientos de alumnos todavía no tienen asegurado un lugar en el sistema educativo.

La presidenta de la bancada del Frente para la Victoria en la Legislatura, Gabriela Alegre, participó este lunes de la reunión que mantuvo el Ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich con un grupo de diputados de la oposición y dio detalles del encuentro.

Según la legisladora, uno de las propuestas que se hizo al funcionario fue que recibiera a los padres de los alumnos que aún no tienen vacantes. “Hubo una negativa y prejuicio porque los padres responden a distintos sectores políticos. Además criticó que los hijos de algunos de ellos ya tenían vacantes y seguían reclamando”, indicó Alegre.

“Según el ministro no había problemas colectivos sino individuales”, agregó la legisladora. Otro de los reclamos que los diputados le realizaron al titular de la cartera educativa porteña fue que se presentara en la Legislatura para dar explicaciones sobre lo ocurrido. Ante este pedido, el funcionario accedió a concurrir en marzo y prometió presentar un proyecto para evitar que se repita el episodio en años posteriores.

Al respecto, Alegre señaló: ” Nosotros lo que pedimos es una solución inmediata a los 7 mil alumnos de nivel inicial y a los 5 mil de otros niveles”. “Los que requieren una vacante en una escuela pública es porque no puede pagar una privada”, subrayó.

Por otro lado, sostuvo que durante el encuentro se les pidió a Bullrich que se publicara de forma online los listados de las escuelas donde aún hay vacantes disponibles para facilitar la elección a las familias que todavía no pudieron inscribir a sus hijos.

Según la diputada kirchnerista, el cierre de cursos en escuelas porteñas que se llevó adelante en 2012 “podría haber influido” en la falta de vacantes.